LA NACIÓN - via libre
por Sabrina Cuculiansky
Viernes 26 de noviembre de 2004
Donde la fe es arte
En Recoleta, una muestra multidisciplinaria retrata la devoción por el Gauchito Gil
Noticias de Vía Libre | Publicado en edición impresa
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"Yo le pedí a mi novio que no se fuera. Hace dos meses le pedí al Gauchito que él volviera y me perdonase. Me dijo que me perdonaba y que me iba a amar toda la vida. Me dijeron que los rezos y oraciones son muy efectivos. Yo le pedí y mi novio no volvió. ¿Qué hago, le pido de nuevo o sigo esperando?" Este como tantos otros son los exvotos que la gente realiza por el Gauchito. Un mito, una leyenda o un santo es la pregunta sin respuesta, pero lo que es realmente cierto es que forma parte de la cultura popular. Julio Sánchez es un ferviente devoto del Gauchito Gil, convocó a numerosos artistas que trabajan sobre el tema y con su curaduría dieron forma a la muestra que actualmente se puede recorrer en Tono Rojo.
La devoción por el Gauchito nació a 8 kilómetros de Mercedes, en Corrientes, y se extendió por todo el país. Conocido por su espíritu fuerte y bondadoso, el requisito es pedirle firmemente y los deseos se cumplirán. Cada 8 de enero llegan autos, colectivos, o caballos que acercan a miles de creyentes enfundados en banderas coloradas para que el Gauchito -como buen gaucho- los reciba a todos. Más allá del desdoblamiento que lleva la historia -desertor del ejército o el Robin Hood de los pobres-, este mítico personaje pertenecía a los colorados que se enfrentaban con los celestes en las batallas del siglo XIX, y fue degollado boca abajo. En el momento de su muerte le prometió salud al hijo de su verdugo y así comenzó su primer milagro.
En el centro de Recoleta, un altar con la figura del Gauchito y numerosas velas rojas reproduce los altares populares que se ven al costado de las rutas y recibe pedidos de quienes se acercan a verlo. Esta es la obra de Sergio Gravier, uno de los artistas participantes, que también construyó tres altares por Palermo.
Daniel Barreto realizó pinturas y collages de velas con la efigie del gauchito milagrero, y algunas composiciones a partir de estatuillas, estampitas y souvenirs religiosos. Realizadas con mostacillas, perlas y municiones cuelgan dos obras del Gauchito a partir del trabajo de Karina El Azem, que se declara una fervorosa creyente y asegura que el Gauchito Gil cumple.
Con mucho humor, Eleonora de Filippi retrata pictóricamente los agradecimientos que dejan los devotos y la realizadora cinematográfica correntina Lía Dansker presenta un documental sobre la devoción en el santuario de Mercedes.
Desde la fotografía, Martín Weber retrató a un orante arrodillado frente al altar y Estela Izuel trabajó con una serie de fotos de los exvotos dejados en el santuario correntino. Para los creyentes, la muestra contenida en los dos pisos del espacio augura buenas nuevas y los incrédulos también son bienvenidos.
Vale entregar ofrendas en pago por los favores recibidos. ¿Uno de los ejemplos? "Faltaban unos minutos para terminar el partido y estábamos recontra perdiendo hasta que Claudio le pedió (sic) al Gauchito Gil un milagro y ganamo gracias a él. Por eso estaremos siempre agradecido."
Junto con un diccionario muy particular y preparado para la ocasión, Sánchez promete que en la siguiente entrega podrán verse los milagros del Gauchito en la comunidad artística argentina.
Sabrina Cuculiansky
sábado, 1 de agosto de 2009
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