sábado, 15 de agosto de 2009

CRÍTICA de la argentina - 8/5/09

Extraños seres del otro lado del río

por Maximo Jacoby

Es general, el frenético ritmo de lo cotidiano marca el tiempo: las ocupaciones y conflictos sumados a los pequeños lugares restantes para el ocio favorecen la naturalización de ciertos fenómenos sociales y el ocultamiento de otros mediante la indiferencia. Reconocemos los rituales dominicales de la misa cristiana, el sabbath judío, los recorridos puerta a puerta de los evangelistas, pero desconocemos la coexistencia de ritos y creencias diferentes a sólo 15 minutos de nuestro hogar, donde por ejemplo se les rinde culto a las entidades espirituales como Exú y Pomba Gira, macho y mujer respectivamente. Estas deidades arribaron al Río de la Plata con los esclavos africanos y por medio del sincretismo se los identificó con la figura católica del diablo. Se pueden encontrar figuras en las santerías de Once, junto a Cristos, Gauchitos Gil y otros, y movilizan un caudal de gente que comparte un círculo de creencia particular y alternativo, mucho más complejo que el estereotipo de Perdita Durango. Hace varios años, Juan Batalla y Dany Barreto decidieron adentrarse en este fenómeno, que evidencia un sistema personal de apropiación de imágenes fusionado en un lenguaje estético propio. Así nació Dueños de la encrucijada, un proyecto interdisciplinario, que comenzó con el libro editado por la colección Arte Brujo en 2008 y ahora presenta una muestra sobre las dos orillas del río junto a artistas de ambas orillas. Primero en Montevideo y luego en Buenos Aires, se presentan obras en diferentes soportes que el curador Batalla identificó como visiones y reflexiones sobre estos cultos y su desarrollo.

Fotografías de Guillermo Srodek Hart de altares de diferentes templos muestran variantes en las elecciones estéticas de la liturgia específica y no una representación escenográfica. Esculturas junto a figuras anónimas de las deidades ubican la muestra entre el arte contemporáneo y el religioso o etnográfico, que nutre el proyecto de belleza, densidad de contenidos y dinamismo. Sugerentes instalaciones como la de Barreto son su Exú, la murciélaga o Ángela López Ruiz, un círculo ritual de pétalos y azúcar sobre el suelo, se intercalan con una estatuilla de Pomba Gira caracterizada como una venus de Botticelli completamente roja. Un puente abierto para una sociedad plagada de temores ante lo desconocido y que no osa hacer sus elecciones. Completan la muestra Guillermo Zabaleta, Anabel Vanoni, Melina Scumburdis, Gustavo Tabares, Nico Sara, Marcelo Bordese, León Ferrari, Diego Perrota y Margaret Whyte.

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